Querer lo que se tiene basta para ser feliz. A veces ambicionamos cosas imposibles, que nunca estarán a nuestro alcance y nos frustramos porque no podemos conseguirlo. Es mucho mejor ir poco a poco. Marcando etapas, dejar que la vida te vaya eligiendo a ti y no tú a ella.
Se puede y se debe ser emprendedor pero nunca rozar lo que no podrá ser. Querer algo fuera de nuestras limitaciones y no conseguirlo nos hace sentir incapaces. Necesitamos trabajar lo pequeño primero y luego quizás ir buscando algo más grande.
Y sobre todo escuchar. Escuchar a la gente con experiencia, con vivencias adquiridas, son los mejores maestros. Los que te dan lecciones sin ellos saberlo.
No es conformismo. Es que cada noche cuando te acuestes, pienses que el día valió la pena. Que te gusta como eres, como vives, tu familia, tu casa. Que duermas con la paz de haber conseguido pequeñas cosas, pero a la vez grandes... muy grandes. Las mejores para ellos y para ti.
No te obsesiones con sueños imposibles, la sencillez es una bonita forma de vivir.
V.M.
